Querido e improbable lector:
Han pasado 29 años del 23-F....joder cómo pasa el tiempo!!!!! me acuerdo perfectamente de dónde estaba y qué estaba haciendo...supongo que eso le pasará a todos los españolitos que conocimos aquellos acontecimientos....
Cualquiera que hoy vea por la tele u oiga por la radio la entrada de aquellos guardias civiles interrumpiendo la sesión parlamentaria de aquél día, lo asemejará más a un episodio de "los hombres de Paco" que a una operación militar planeada y calculada, pero ah!!!!, improbable lector!!!!, nada más lejos de la ciencia ficción, aquello ocurrió, cumpliéndose la máxima de que la realidad siempre supera la ficción....
Los hechos son sobradamente conocidos y y gracias al libro "Anatomía de un instante" de Javier Cercas recientemente editado, se han aclarado de una vez por todas,los pocos enigmas que aún permanecían ocultos.
Pero no quiero incidir en esta historia, improbable lector, sino contar como fué mi 23-F, un 23-F de un chaval de 15 años que de repente y una vez que había salido del colegio a las 17,30, recibió una llamada de un compañero de clase (me acuerdo hasta de su nombre, cosas de ese día) y me contó que en la radio estaban poniendo marchas militares .....salí corriendo y fuí a contárselo a mi abuelo que estaba en su cuarto, pero ya era tarde.....mientras le veía manipular una pistola de fabricación alemana que había utlizado su hermano en la segunda guerra mundial, me miró y me dijo..."ya empieza otra vez....que puta es la guerra..."
En ese momento, sentí miedo...mi abuelo no decía tacos nunca delante de sus nietos y eso era un síntoma de que la cosa no era baladí.....los carros de combate patrullaban por Valencia, TVE estaba tomada por militares y la División acorazada Brunete calentaba motores....
"Vas a hacer lo que yo te diga", me dijo.....empecé a ponerme nervioso, mientras le veía meter el cargador de balas en la pistola, "vas a bajar a Guatemala" (nombre de la tienda de ultramarinos que había debajo de casa) " y vas a pedir lo siguiente"......
No daba crédito a lo que estaba oyendo...."trescientos kilos de harina, cien litros de leche, otros trescientos kilos de ázucar"...y un sin fin de cantidades exorbitadas de alimentos que me pareció propia de marcianos, hasta tal punto que me daba verguenza bajar a la tienda a hacer tan abultado pedido....
No me acuerdo de lo que aquella tarde se estaba viendo en la tele, porque en casa de mi abuelo se dió orden de escuchar la radio y en concreto RNE , sólo se oían marchas militares y de vez en cuando algún avance informativo que no informaba de nada......
Bajé las escaleras corriendo, pues esas eran las órdenes del abuelo y su tono no era como para discutirle ni una letra, cuando llegué a la tienda y le hice semejante pedido al tendero, el pobre hombre se agarraba la cabeza mientras me decía.."dáme el telefóno de tu casa..."
Llamó a mi casa, habló con mi abuelo,certificando que el pedido era cierto y comunicándole que hasta el día siguiente no tendría esa cantidad de pertrechos...
Una vez terminada mi misión logística, corrí (siempre cumpliendo órdenes de la superioridad) hacia mi casa con instrucciones de no salir de ella bajo ningún concepto, incluido el ir al colegio al día siguiente....
Durante toda esa tarde estuve al lado de mi abuelo,viendo como gestionaba "la crisis", buscando billetes de avión o tren para sacar a todos sus nietos de España y mandarlos a Francia a casa de unos amigos suyos....
la actividad era trepidante....
Pasaron las horas y TVE empezo a emitir cosas normales mientras poco se sabía de lo que estaba pasando dentro del Congreso de los diputados hasta que a última hora de la noche, salió el Rey vestido con el uniforme de Capitán General del ejército poniendo a todos en su sitio....ví como el semblante de mi abuelo se relajaba al empezar a llegar noticias de que las Capitanías Generales se ponían una detrás de otra a las órdenes de Rey y entonces mi abuelo se fué a dormir....en ese momento tuve la sensación de que la asonada no iba a triunfar...
A la mañana siguiente, todos los nietos nos pegamos a la tele para ver como algunos de los guardias civiles salían por la ventana ayudados por los compañeros que estaban fuera....y pasadas dos horas, Tejero y sus "chicos" restantes liberaban a los diputados y salían de las Cortes.....
¿Que fué de aquella pistola que le vi cargar a mi abuelo?, nunca más supe de ella.....y ya no te quiero contar, improbable lector, que fué de aquel macropedido que me encargó mi abuelo....el asunto es que gracias a Dios, nunca llegó a casa.....
DELENDA EST CARTHAGO
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ResponderEliminar¿En qué bando estuve yo?
ResponderEliminarEse día, a esa hora, en el cuartel de infanteria de la Academia General Militar de Zaragoza, entra un recluta con un transistor pegado a la oreja oyendo los 40 Principales y dice:
-La Guardia Civil ha tomado el Congreso.
-Si eso fuera verdad ibas a estar tu escuchando los 40...
..."Conectamos con la Carrera de los Jerónimos para conocer qué está ocurriendo en el Congreso de los diputados...",se oye por la pequeña radio.
De golpe se abre la puerta y un cabo 1º grita:
-¿Conductores, a formar!
A formar, a llenar los depósitos de combustibles, a alinerar los vehículos en convoy, a ponerse los correajes. Cortaron la centralita telefónica, suspendieron las pernoctas, regresaron todos los mandos,...
Dormitando con las botas puestas aquella noche tan larga, sin saber en qué bando me habia tocado, me imaginaba a mi abuelo con el ánimo triste y la impotencia de no poder impedir que se repitan las tragedias.
Pero estoy seguro que también juró y dijo: ¡Qué puta es la guerra!